La manera en que los padres interactúan con su bebé durante los primeros meses de su vida determinará en gran medida el tipo de apego y diferentes aspectos de su personalidad. Este vínculo entre el cuidador principal y el bebé puede formar diferentes tipos de apegos con los que se moldeará la forma de relacionarse que tendrá la persona en el futuro.
Cuando los padres se sintonizan con la sensibilidad de su bebé es muy probable que este desarrolle un apego seguro. Este tipo de apego implica que los niños/as que han recibido este tipo de trato, en su edad adulta podrán ser capaces de regular sus emociones, se sentirán más seguros/as con ellos mismos/as y serán más empáticos con los demás. Pero, ¿Qué pasa cuándo se da un apego evitativo?
¿Qué es el apego evitativo?
Los padres de niños/as con un apego evitativo tienden a no estar emocionalmente presentes o disponibles la mayor parte del tiempo. Es decir, estos ignoran una gran parte de las necesidades de sus hijos/as. En estos casos los padres también desalientan el llanto y acaban fomentando la independencia prematura de los niños/as.
Como respuesta, el niño/a apegado/a a la evitación aprende temprano en la vida a reprimir el deseo natural de buscar a un padre para que lo consuele cuando está asustado, angustiado o con dolor. Por lo tanto, al no llorar o expresar abiertamente sus sentimientos a menudo estos progenitores pueden satisfacer parcialmente al menos una de sus necesidades de apego, que es la de permanecer físicamente cerca de sus padres.
¿Qué comportamientos se asocian con el apego evasivo en los niños?
Los niños/as con un apego evitativo suelen convertirse en ‘pequeños adultos’ es decir, en tener actitudes más precoces y autónomas. Cuando un infante tiene este tipo de apego además tiene tendencia a no mostrar externamente un deseo de cercanía, ni de afecto o amor. A pesar de ello, buscan la proximidad física de sus figuras de apego aunque no interactúan o se relacionan directamente con ellos.
Causas del apego evitativo
Cuando un niño/a quiere apoyo emocional, los padres o cuidadores evitativos suelen restar importancia o ignoran sus problemas, alentándolos a ser más independientes de forma muy prematura. El comportamiento de los padres con un apego evitativo incluye lo siguiente:
No responder cuando un bebé o un niño/a llora
Desalentar activamente el llanto o castigar.
No mostrar exteriormente reacciones emocionales ante problemas o logros.
Burlarse de los problemas de un niño/a
Mostrar molestia por un niño/a que experimenta un problema
No abordar problemas médicos o necesidades nutricionales
Evitar contacto visual y físico.
En la gran mayoría de los casos, los padres con este tipo de comportamientos suelen ser muy jóvenes o sin experiencia y a veces pueden ser cuidadores que sufren de una enfermedad mental. Por otro lado, algunos niños/as pueden desarrollar estos estilos de apego debido a la adopción o la enfermedad de los padres, así como a experimentar un divorcio o la muerte de uno de sus progenitores o cuidadores.
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